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domingo, 17 de marzo de 2024

Mis rincones favoritos



Aún me sorprende abrir los ojos, y encontrarme aquí, en este pequeño rincón, alejada del mundo que nos rodea. Sólo el sonido de las teclas, el calor del té que me calienta las manos y el alma, la presencia de Zape (que no me deja ni a sol ni a sombra), y el olor de la vela. Ahora se añade la luz que entra por la ventana, que en ésta época del año, es diferente a otra.

Pero no sólo tengo este pequeño rincón en el que me siento cómoda. Hay muchos otros en los que me siento así. Lugares de la ciudad, en los que puedo doblar una esquina y emocionarme con algo que captan mis ojos, sin que nadie me mire por ello. Rincones que me animan a ser valiente, a sonreír a un desconocido, a comer sola en un restaurante sin pensar en lo que dirán los demás. A disfrutar de un helado (ayer hacía demasiada calor) paseando tranquilamente, sin prisas. Sentarme en una de mis cafeterías favoritas, que sepan tu nombre y te preparen lo que te gusta, sin necesidad de decirlo. Leer mientras disfruto de esa bebida. Levantar la mirada y ver qué más personas hacen lo mismo. Que incluso alguna te mira, y ve lo que estás leyendo y sonríe, y piensas que seguro que se lo ha leído y le gusta tanto cómo a ti.

Rincones que sólo con verlos te sientes en paz. Esa tranquilidad que tanto necesitaba. Ir a tu banco favorito, sacar el boli y la libreta y escribir lo que te pasa por la cabeza en ese instante, o seguir con aquello que empezaste y dejaste (cómo ya sabéis, me encanta escribir). Leer el nuevo libro de una amiga, un libro de poemas (yo, que precisamente, nunca había leído poemarios, y ahora me aferro a ellos como a un salvavidas).

Rincones que siempre fotografío (aunque tengo miles de fotos), porque cada día que los visito, parecen diferentes, quizás por la gente que hay en ese momento, o la luz, o cómo me siento en ese instante. 

Resumiendo...rincones en los que me siento yo en estado puro. 


jueves, 15 de febrero de 2024

Soñar


Hay sueños que son posibles, alcanzables, los menos, pero los hay. Y están los incalculables, insuperables, inalcanzables, pero también los irrenunciables. 

A veces hemos vivido algo, y luego lo hemos soñado, porque quizás nuestros sueños, son pequeñas vivencias, pequeños hechos del pasado que nos gusta recordar, con los ojos cerrados, para así poder sentirlos mucho más. A veces es imposible que vuelvan a ser realidad, y es por eso que cuando en contadas ocasiones los volvemos a tener al alcance de la mano, nos parecen distintos, parece que no son nuestros, que no son tan reales, tan de verdad. Es cómo cuando piensas en alguien a quién conociste hace años, alguien con quién tuviste algo pendiente, y luego desaparece, para volver a aparecer en tu vida al cabo de mucho tiempo. Y cuando lo hace piensas que no es real, que no puede ser cierto, e intentas no mostrarte tal cuál eres, porque quizá ese sueño vuelva a desvanecerse en el aire.

Los sueños son pequeños trozos de algo que queremos que se hagan realidad. Esa emoción de la espera, la incertidumbre que causa no saber si se hará realidad o no. La cantidad de dudas que nos acechan antes de verlos hechos realidad.

No sé cuántas veces he soñado con algo a lo largo del día, con un momento, con un instante, una situación o una persona. Por la noche sueño tantas veces, que es imposible contarlas. Lo que sí sé es que desde hace un tiempo, en mis sueños nocturnos siempre aparece alguien.

Pero también sueño con ese café tomado a medias, con el café a mitad de mañana, con los domingos eternos, con los paseos que hacen que vuelva con una sensación de paz en el cuerpo. Sueño con que vuelva y me diga sí de una vez, sueño con intentar algo una y otra vez, sin desistir, porque es algo que me caracteriza. Sueño con el viaje de mi vida, con el concierto que escuché justo antes de su correo, en una fecha señalada. 

Doy pasos pequeños para que mis sueños se hagan realidad, para llegar hasta ellos, para rozarlos y abrazarlos.

Sueño con algo que aún no existe, con un futuro bonito, lleno de momentos compartidos, de crear recuerdos. Lo dibujo de forma bonita, porque no lo veo de otra forma. Y mientras, suena una canción en concreto.

Porque los sueños irrenunciables, son aquellos que nos mueven hacia lo que queremos en realidad, desde siempre.

Y cómo ya he empezado a soñarlo, puedo decir que ya he empezado a vivirlo, porque para que se haga realidad, primero hay que desearlo fuertemente.

jueves, 9 de noviembre de 2023

San Vicente de la Barquera

El día siguiente comenzó con un bonito amanecer. A través de la ventana se veía claramente que nos haría buen tiempo. De camino a nuestro primer destino, nos acompañó la niebla. Parecía un día totalmente otoñal. 

Cuando llegamos a San Vicente de la Barquera, lo primero que vimos nos encantó. Las barcas aparecían varadas, por la bajamar, esperando a que subiera el nivel del mar para poder salir a faenar.





Buscamos un lugar para poder tomar un café y seguimos nuestra visita a este bonito pueblo, esta preciosa villa marinera y pescadora, lleno de tesoros, en un entorno natural inigualable.
Nos acercamos a su puerto, que fue y sigue siendo el corazón de su actividad.


Luego subimos a ver su castillo por fuera, pero íbamos con nuestro peludo de cuatro patas, Zape y no dejaban entrar con él. Pero pudimos ver las vistas desde casi lo alto. El castillo es lo primero que se construyó y después, alrededor de él, se formó la villa. 


Esta villa tiene muchos rincones fotogénicos, muchos lugares que descubrir. Un lugar que sin duda hay que visitar si vais a ver Cantabria.


lunes, 6 de noviembre de 2023

Noja

Este año decidimos pasar unos días descubriendo Cantabria. Nos alojamos en una casita rural, en Noja, pet friendly, para que pudiera venir Zape. La verdad es que se portaron genial, incluso recibieron al peludo de cuatro patas con regalitos.

El primer día por la tarde, fuimos a la playa del Trengandin, queríamos habernos acercado a la zona en la que es para perros, pero no estaba muy cerca, así que fuimos a la zona "normal", además que al ser octubre, ya no había problemas para llevar a los perros. Hay que decir que Zape no es muy amigo de la arena y mucho menos del agua (recuerdo que la primera vez que se metió en el mar, y la única, se rebozó cual croqueta, porque quería quitarse la arena, estregándose en la arena. Al final tuvo arena en todos lados.) En esta ocasión se dedicó a dejar las huellas de sus patitas y a olisquear ese extraño olor que llegaba de eso tan azul, que parecía agua. Yo me dediqué a caminar por la arena, descalza, dejando que el mar acariciara mi piel, y ya de paso a hacer fotos.



Después nos dirigimos a otro lugar conocido de Noja...la playa de Ris, aunque más concretamente, sus acantilados. Bancos cada varios pasos, para que la gente pudiera sentarse y observar el mar en su inmensidad. Todo un placer para los sentidos. 






Tras el paseo de rigor, seguimos disfrutando de las vistas sentados en una terracita. No era extraño que estuviera bastante llena, porque era un lugar idóneo para ver el atardecer.
Ese día estábamos bastante cansados y nos fuimos primero a por la cena y luego a la casa rural, en dónde tras una ducha, y llenar los estómagos, nos fuimos a descansar, porque el día siguiente iba a ser largo. 

jueves, 2 de noviembre de 2023

Knolling otoñal

Un knolling es una tendencia fotográfica que consiste en crear una composición de elementos dispuestos de forma ordenada y fotografiados desde un ángulo cenital. Y terminando la parte teórica, que es un poco rollo, vamos al tema. 

Hoy he salido a pasear por la mañana y me he ido encontrando por el camino, pequeñas hojas otoñales. Es cómo si el viento me hubiera dejado un manto dorado, para que eligiera qué tesorito llevarme a casa, porque últimamente, en mis caminatas, siempre encuentro una hoja que me llame la atención. Cuando he llegado a casa, he visto todo lo que me había traído y he decidido probar a hacer un knolling, bueno, la verdad es que las he puesto así y cuando he hecho la foto, he caído en lo que era.

Me encanta ver todas las hojitas dispuestas de esa forma ordenada, creando un marco otoñal perfecto por su tamaño y sus colores. 

Ahora esas hojitas están a resguardo en su lugar correspondiente, pero también están presentes en esta foto tan bonita.

martes, 17 de octubre de 2023

Detalles que suman

Siempre me han gustado las flores frescas. Pero en otoño soy más de tener calabazas de decoración, ramas de algodón (ayer ya vi algunas) o bien eucalipto. El año pasado intentamos que saliera adelante una maceta de eucalipto en casa de mis padres, pero entre el calor, las palomas y demás, fue imposible. Así que este año he ido a lo fácil. 

Ayer tras pasar por la biblioteca, entré en una floristería y me traje un ramo precioso de eucalipto. Lo tengo ya en la entrada, y es un detalle que suma, y lo mejor...su olor otoñal me encanta.







Dicen que tengo buen gusto para la decoración. Será verdad.


viernes, 13 de octubre de 2023

Soy



Soy esa última pieza del puzzle que encaja perfectamente en tu vida.

Soy como un libro nuevo y abierto, ese que estás deseando leer y en el que poder vivir mil y una aventuras.

Soy un lugar cuando te pienso. Un lugar especial, único. Mi lugar favorito del mundo. Edimburgo.

Soy esa chica que camina descalza por la hierba, sobre el manto de hojas, que los árboles dejan caer a mi paso.

Soy mi cámara. La lente que capta todo aquello que siento.

Soy el ámbar en el color de mis ojos. 

Soy esa estancia en la que poder disfrutar de un buen té y tener algo bonito que leer entre mis manos.

Soy un océano de mil y una dudas.

Soy una estación...que espera, que ansía el tren llamado otoño, para rodearme de todos sus colores.

Soy un instante, un momento en tu vida, que recordarás para siempre.

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