Así me gustaría estar ahora, contemplando el atardecer en el mar, sin nada que hacer, más que tumbarme, relajarme, escuchar el sonido de las olas y disfrutar de las vistas.
Sin darme casi cuenta, estamos ya a mitad de agosto, y el otro día pensando en mi lista de "romantizando el verano", me fijé en que hacía mucho que no pintaba alguna acuarela.
Este puente, he aprovechado a hacer bastantes cosas que ya os iré contando, y ayer domingo en un rato que pude (ser madre es lo que tiene) saqué las acuarelas, los pinceles, y me puse a ello. Quería algo sencillo, y fresco. Algo que me hiciera evadirme del calor tan sofocante que ha hecho y hace. Y pensé que hace mucho que no me reencuentro con mi querido mar.