8 de Octubre de 2017, Dunkeld, Inverness, Lago Ness,
Castillo de Urquhart y Pitlochry
Amanece en Edimburgo y tras un desayuno
rico, con productos típicos de Escocia (un té y unas shortbread), nos ponemos
camino a nuestra primera parada…Dunkeld. Es un pueblecito encantador,
tranquilo, por dónde pasa un hermoso río, el Tay, que es el más largo de
Escocia.
Además a este pueblo lo rodea un gran bosque, el cuál nos da la
bienvenida conforme vamos llegando. Es el bosque de Birman, famoso por aparecer
en Macbeth, de Shakespeare y por ser un lugar visitado por Beatrix Potter,
quién se inspiró en él para escribir alguno de sus cuentos. Este bosque es una
reserva natural de ciervos y águilas. De hecho, desde el coche vimos varios
cervatillos.
Bajamos y comenzamos a recorrer las calles de este pequeño
pueblo, descubriendo rincones.
Nos adentramos por un callejón precioso, que iba
a parar a orillas del Tay, dónde pudimos descansar, y hacer unas fotos.
Las
vistas eran impresionantes. Allá donde mirases había colores otoñales, y un
cielo nublado donde se dejaban ver algunas zonas de color azulado.
Luego recorrimos su calle principal, y llegamos hasta un
puente de piedra precioso, por debajo de él pasaba el río.
La verdad es que no esperábamos ver muchas cosas en un
pueblo tan pequeño, pero salimos contentos porque era precioso, tranquilo, con
historia y lleno de naturaleza.
Nuestro próximo destino estaba un poco lejos, por lo que
decidimos hacer una mini parada en Pitlochry, un lugar tan bonito, que a la
vuelta teníamos que parar sí o sí.
Después de esta mini parada, fuimos derechos
a Inverness. Disfrutamos por las vistas que nos ofrecía el camino. Montañas a lo
lejos, cubiertas por la niebla, parajes llenos de verdor, lagos rodeando castillos,
ovejas, vacas peludas, y caballos allá dónde mirases. Era un espectáculo para
la vista. Pude hacer alguna foto con el móvil.
Al final llegamos a Inverness la capital de las Highlands,
situada en la desembocadura del río Ness. Aparcamos en un barrio residencial y
nos fuimos a pasear.
Inverness es bonita, tienes sus edificios victorianos, sus
iglesias, etc…pero tras ver Edimburgo no me causó tanta
impresión.
Fuimos por una orilla del río Ness, para luego volver por la otra. Cruzamos un puente que se movía. Sí, habéis leído bien, se movía y si daba la casualidad de que había bastante gente cruzándolo, la sensación era mayor.
Eso sí, desde el puente las vistas eran muy bonitas.
Visitamos el el edificio más antiguo de Inverness, la Old
High Church. Su torre es de la edad media.
Y su cementerio es uno de los más bonitos.
Recorrimos la otra orilla del río Ness, de vuelta al aparcamiento.
El Castillo lo vimos de lejos. Y entramos en la
Catedral de Saint Andrews, que en ese momento estaba vacía.
El próximo destino nos esperaba, con su leyenda bajo sus aguas. ¿Sabéis a qué me refiero? Sí, el Lago Ness.
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