La belleza

Amanezco enredada entre sábanas. Rodeada de silencio, roto por la respiración. Un silencio que anuncia que es domingo. Encuentro bello este instante, en el que no ha comenzado el día, pero sabes todo lo que va a ocurrir durante él.

Admiro toda la belleza que me rodea de forma cotidiana, y que de otra manera no me habría percatado. Es algo extraordinario. Me levanto sin hacer ruido y voy descalza a la cocina. Preparo una cafetera. Me  siento en uno de los taburetes, cojo la taza, aspiro el aroma del primer café de la mañana. Tomo el primer sorbo. Ese tan bueno, tan intenso, tan rico, por ser el del inicio, por ser el que disfruto a solas, mientras contemplo, como poco a poco el sol va asomando y dando los buenos días. 

Respiro hondo, cierro los ojos. Quiero guardar en cada rincón de mi mente este momento y así recuerdo otros. Otras primeras veces. El primer beso, la primera caricia, el primer abrazo, el primer te quiero. Y siento cosquillitas por dentro. 

Poco a poco el cielo va coloreándose, pasando del amanecer a pleno día, pasando del tono naranja al azul. Sin nubes. Los árboles se mecen con la ligera brisa. 

Vivo ese instante, con sus colores, el aroma del café, los sonidos, y mi voz interior. 

Siempre vamos con prisas, sin pausas, sin fijarnos en lo que nos rodea y en quién nos rodea. Pasan los días sin ver la belleza que está ahí siempre esperando ser encontrada, mientras la vida se sucede y esos instantes se nos escapan de los dedos.

Todos deseamos la belleza, queremos capturarla para recordarla, para que no se escape, y no nos damos cuenta de que para eso, debemos pararnos, escuchar y observar. 

Últimamente para mí la belleza consiste en las pequeñas cosas, en un beso, un abrazo, una sonrisa, un susurro, un te quiero, una caricia, un café compartido o en solitario, un amanecer y un atardecer, una hoja en blanco esperando a ser rellenada con trazos firmes, una palabra, una fotografía de un instante, el lametón de Zape, los momentos con mis padres, las conversaciones con mis amigas, un paseo, una mirada que hace que se me erice la piel.

Para mí la belleza es poder verla, vivirla, observarla, adorarla, capturarla con la lente de mi cámara, sentirla y recordarla. 

Y hoy es un domingo de belleza sin igual.