Cuando sales de prácticas con Spectrum Sotos,tu profesora y tus compis de curso a hacer fotos chulas, sosteniendo por primera vez una cámara analógica en las manos, cogiéndola como si fuera algo frágil, buscando ese algo que te haga sentir para poder fotografiarlo. Cuando intentas meter el negativo en el cuarto oscuro a "oscuras", y casi te quedas medio cegata. Cuando sales oliendo a revelador. Cuando te haces una foto con tus compis, lavando los negativos, porque sí, aunque parezcamos el camarote de los hermanos Marx. Cuando ves con tus propios ojos cómo lo que has visto aparece en el papel. Cuando sientes al ver algo tan bonito. Cuando sencillamente te EMOCIONAS. Es cuando verdaderamente sientes en tu piel y en tus venas que eres FOTÓGRAFA. Y eso, señores...no tiene precio.
No me diréis que el analógico no tiene un aire de nostalgia y de romanticismo.
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