Para mí, el autorretrato siempre ha sido una forma de descubrirse a uno mismo. Es el viaje al interior de cada uno y por tanto es lo que más me cuesta en fotografía.
El martes tuvimos la clase práctica en Spectrum y fui con varias ideas en la cabeza, exactamente con 3, y de cada una hice una foto. Pero una de ellas me costó muchísimo, no la idea, sino el hecho de hacérmela. Me costó porque en ella muestro algo que me ha costado mucho sufrimiento...mis complejos.
Quería tapar en la foto las cosas de mi cuerpo que me gustan, que son los ojos y la boca, y mostrar todo lo demás.
Estoy muy contenta porque he conseguido dejar una gran parte de mí plasmada en ella, he conseguido quitarme un peso de encima.
Quién sabe si con eso, consigo colocarme más delante de la cámara.
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