Después de que ayer lloviera todo el día, hoy ha amanecido
el día raro. El cielo está totalmente nublado, aunque se ven un poco los rayos
del sol, pero tampoco demasiado. Parece que quiera llover, pero no se decida a
hacerlo.
Las preciosas flores estarán contentan de que después de
días sin agua, y con mucho frío, éste último se esté marchando y la tan
necesitaba agua, llegue. Ayer se pondrían sus mejores galas para recibirla y
bailarían bajo ella de alegría. Lo que sí es seguro es que sus hojas recogieron
pequeñas gotas para refrescarse.
Espero que hoy no llueva mucho, porque nos vamos a comer
fuera. Cuando supe que mi hermana se iba a trabajar fuera, me dije que antes de
ese día, iríamos a comer al Tagliatella, un restaurante del que nos han hablado
muy bien, pero al que nunca hemos ido. Así que de hoy no pasa que no vayamos.
No sé qué acabaré pidiendo, porque he visto la carta y todo está muy rico. A lo
mejor me llevo la Oly, por si puedo fotografiar algo de mi ciudad, o por si
vuelve a llover y sigo parando las gotas de agua, porque Primavera ha decidido
llegar a lo grande, con agua, para luego lucir sus preciosos vestidos florales.
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