El sábado terminé dos retos que me puse este año en cuánto a fotografía se refiere: el 52 semanas y el Calendario de Adviento. Hoy os voy a hablar del primero.
Cuando empezó a enamorarme la fotografía hace muchos años no llegué a pensar que me fuera a traer tantas cosas buenas y todas ellas enriquecedoras. No llegué a pensar que fuera a aprender tanto y a ver el cambio entre las primeras fotos que hice y las últimas.
Aunque he hecho algún curso de fotografía online, tengo que decir que la mayoría de cosas que he aprendido de este arte, ha sido gracias a mi persistencia, a mi tozudez y a mis ganas de aprender de la mejor manera...haciendo muuuuuuuuchas fotos. Es verdad que este año, además, he hecho varios cursos, como he dicho antes, online, de la mano de Jackie Rueda, y gracias a ella, he podido ir perfeccionando y metiendo en mi cabecita, esas cosas que se me resistían. Mi idea es seguir aprendido más y más, y hacer más cursos.
Hace un par de años hice mi reto 365 fotos, o lo que es lo mismo, una foto al día. Fue un poco durillo, porque muchos días no tenía ni idea de qué foto realizar, pero a la vez fue muy gratificante ver cómo lo terminaba sin haber fallado ni un sólo día. Así que este año me propuse seguir con otro reto, en este caso, el 52 semanas, una foto semanal. Antes de nada tengo que decir que me encantan las fotografías naturales, la de la vida misma, sin mucho retoque, por no decir ninguno. Es el tipo de fotografía que me identifica. Así que mi 52 semanas ha sido así. Como el 365 me ha enriquecido muchísimo. He sacado partido a los cursos que he hecho, me he atrevido a ponerme delante de la cámara y a ser yo misma la que tirase la fotografía (os puedo asegurar que un día fue como una carrera de obstáculos. No me iba el disparador remoto, así que puse el temporizador, y tenía que apretar el botón, correr a la otra punta de la habitación, evitar que Zape saltara en ese momento, y posar. Lo dicho...una carrera de obstáculos) Os puedo asegurar que las fotos salieron genial, y las risas estuvieron aseguradas.
Este año además he descubierto el Still Life y el Low Key, dos tipos de fotografía que me encantan, sobretodo el primero.
Me ha dado penita terminar este reto que tantas cosas buenas me ha aportado. Pero aunque este haya terminado, otro empieza a tomar forma. Lo importante es no dejar de lado algo que me apasiona...la fotografía.
Y aquí os dejo una muestra de lo que ha sido mi 52 seamanas.
Podéis ver todas en Flick.
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